domingo, 19 de abril de 2009
¿QUÉ PASÓ EL 16 DE NOVIEMBRE DE 1532?
Atahualpa, en sus aposentos cerca de Cajamarca, celebraba los contundentes triunfos de sus tropas en la guerra contra su hermano Huáscar. Considerándose invencible, aquellos días de noviembre de 1532, permitió que unos extranjeros barbudos, que llegaron por las costas de Tumbes, ingresaran a la sierra norte y se entrevistaran con él: eran los españoles. En los Baños de Pultumarca, fue el primer encuentro entre hispanos y el nuevo Inca. Hernando Pizarro convenció a Atahualpa para asistir a una comida y entrevista con su hermano Francisco Pizarro, prometiendo devolver los bienes que habían tomado sin autorización.
El 16 de noviembre de 1532 el Inca asistió a la plaza de Cajamarca acompañado por un impresionante cortejo de 8 mil personas, pero sólo con 200 guerreros con porras y sogas para matar a los barbudos que insolentemente se hacían pasar por enviados del dios Wiracocha y partidarios de Huáscar. Al atardecer de aquel día, en la plaza, el sacerdote español Vicente Valverde le exigió al Inca su conversión a la religión católica y su sometimiento a la autoridad del Rey de España. Atahualpa rechazó aquel "requerimiento" por lo que las fuerzas invasoras atacaron sorpresivamente con armas de fuego, caballos y espadas. Ocurrió una horrenda masacre que ocasionó al menos 4000 muertos, en medio de la cual el Inca fue secuestrado y llevado al Amaruhuasi, donde soportaría un cautiverio de ocho meses.
El 16 de noviembre de 1532 el Inca asistió a la plaza de Cajamarca acompañado por un impresionante cortejo de 8 mil personas, pero sólo con 200 guerreros con porras y sogas para matar a los barbudos que insolentemente se hacían pasar por enviados del dios Wiracocha y partidarios de Huáscar. Al atardecer de aquel día, en la plaza, el sacerdote español Vicente Valverde le exigió al Inca su conversión a la religión católica y su sometimiento a la autoridad del Rey de España. Atahualpa rechazó aquel "requerimiento" por lo que las fuerzas invasoras atacaron sorpresivamente con armas de fuego, caballos y espadas. Ocurrió una horrenda masacre que ocasionó al menos 4000 muertos, en medio de la cual el Inca fue secuestrado y llevado al Amaruhuasi, donde soportaría un cautiverio de ocho meses.