viernes, 29 de agosto de 2014
BREVE HISTORIA DE LA CONSPIRACION DE QUERETARO
Miguel Hidlago e Ignacio Allende. |
La conspiración de Querétaro fue el conjunto de reuniones clandestinas, encabezadas por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, para expulsar al gobierno colonial español y reemplazarlo por una Junta de Gobierno que asuma el mando de México en nombre del rey Fernando VII.
Estas reuniones se realizaban en la casa de José Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro, y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez. Las reuniones se realizaban con la apariencia de una tertulia literaria, donde participaban letrados, militares y comerciantes. Entre los conspiradores sobresalió don Ignacio Allende, quien debía asumir el mando militar de los insurgentes. Otros conjurados fueron Juan Nepomuceno Mier (abogado), Mariano Abasolo (militar), Juan Aldama (militar) y los hermanos Hemeterio y Epigmenio Gonzáles (comerciantes).
El levantamiento armado estaba programado para diciembre de 1810 en Jalisco, pero el día 9 de setiembre de 1810 el empleado de correos José Mariano Galván los denunció ante el corregidor Domínguez, quien se vio obligado a detener a algunos sospechosos, como los hermanos Gonzáles que tenían armas en su casa.
Por fortuna, doña Josefa Ortiz logró enviar un mensajero a San Miguel el Alto para avisar a Juan Aldama del peligro. Al enterarse, Aldama se dirigió a Dolores, adonde llegó en la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Aquí dio informe a Hidalgo y Allende, quienes decidieron adelantar el estallido de la rebelión ese mismo día. Entonces el cura Hidalgo convocó a la población y lanzó el Grito de Dolores.
Estas reuniones se realizaban en la casa de José Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro, y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez. Las reuniones se realizaban con la apariencia de una tertulia literaria, donde participaban letrados, militares y comerciantes. Entre los conspiradores sobresalió don Ignacio Allende, quien debía asumir el mando militar de los insurgentes. Otros conjurados fueron Juan Nepomuceno Mier (abogado), Mariano Abasolo (militar), Juan Aldama (militar) y los hermanos Hemeterio y Epigmenio Gonzáles (comerciantes).
El levantamiento armado estaba programado para diciembre de 1810 en Jalisco, pero el día 9 de setiembre de 1810 el empleado de correos José Mariano Galván los denunció ante el corregidor Domínguez, quien se vio obligado a detener a algunos sospechosos, como los hermanos Gonzáles que tenían armas en su casa.
Por fortuna, doña Josefa Ortiz logró enviar un mensajero a San Miguel el Alto para avisar a Juan Aldama del peligro. Al enterarse, Aldama se dirigió a Dolores, adonde llegó en la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Aquí dio informe a Hidalgo y Allende, quienes decidieron adelantar el estallido de la rebelión ese mismo día. Entonces el cura Hidalgo convocó a la población y lanzó el Grito de Dolores.