jueves, 12 de junio de 2008

LA CASA DE O’HIGGINS EN LIMA

Una Casa Para O´Higgins
Fuente: Revista Caretas 2031

Frontis de la casona. De los 1400 m2 de la casona, cien estarán dedicados a su memoria y serán inaugurados en noviembre dentro del marco de la Cumbre APEC.

Un renovado frontis de estilo republicano destaca en medio del frenesí del Jirón de la Unión. Rodeada por locales de tatuadores, galerías comerciales y bancos, la Casa O´Higgins resurge con majestuosidad de su deplorable pasado reciente. Gracias a la gestión de la PUCP, el Instituto Riva Agüero –propietario de la casona– y el gobierno de Chile, la solariega casa que acogiera los primeros y últimos años del libertador del país sureño puede gozar de una segunda juventud.

La casa recibe su nombre del político y militar chileno Bernardo O’Higgins, quien pasó allí su niñez antes de viajar a Chile a luchar contra las tropas realistas y ser declarado Director Supremo luego de la Batalla de Chacabuco de 1817. A cargo de la jefatura del gobierno, O’Higgins promovería la creación de escuelas, hospitales, bibliotecas y hasta cementerios. Más tarde, volvería al Perú al verse forzado a exiliarse luego de que las provincias se levantaran en su contra, retornando a ocupar la casa que hoy lleva su nombre hasta el día de su muerte en 1842.

Luego, el inmueble pasaría por diversas manos para convertirse de casona en club social y, poco después, en sede del Banco Internacional. Custodiada por la PUCP, el recinto se transformó en casa-museo; sin embargo, el constante deterioro y la falta de mantenimiento fueron marcando sobre sus paredes el paso del tiempo. Tras una primera remodelación en 1994, la casa quedó puesta a punto para albergar el Museo de Arqueología “Josefina Ramos de Cox” del Instituto Riva Agüero. No obstante, no fue sino hasta el presente año, en el que se finalizaron las obras de restauración, que la casona –considerada monumento histórico del patrimonio monumental de Lima desde 1989– ha podido recuperar el antiguo esplendor que la caracterizaba gracias al aporte económico del gobierno de Chile. Una buena noticia en tiempos de engorrosos litigios por límites marítimos y denominaciones de origen.